miércoles, 12 de diciembre de 2007

¿Mejor atención al usuario y disminuir los tiempos en los trámites. 12 12 07

¿Mejor atención al usuario y disminuir los tiempos en los trámites?
12/12/2007

Juan Carlos S. Velásquez Mejía

“…Estaba yo en el alto de semáforo donde se forma el cruce del Paseo Presidente Adolfo López Mateos y Presidente Benito Juárez García, a la altura de San Mateo Oxtotitlán, con dirección al centro de la ciudad, cuando repentina y violentamente se impacta en la parte trasera de mi vehículo otro que venía conducido por un tipo en estado de ebriedad. Eran apenas las cuatro de la tarde de un martes. Estaba yo en mi horario de trabajo y como soy vendedora de productos financieros, pues andaba en actividades de cobranza….

Todo cambió en unos segundos. El conductor, además de su imprudencia e irresponsabilidad, trató de darse a la fuga y en ese intento estuvo apunto de atropellarme junto con otras personas que se encontraban en el lugar quienes trataron de detenerlo y auxiliarme en esos momentos…”.

Esto es un fragmento de la crónica de un familiar que se vio involucrada en el mes de agosto pasado, en un accidente vial, al que todos los que manejamos un vehículo por las calles y caminos de este país, estamos expuestos, pero algo que me llamó poderosamente la atención fue la cantidad de trámites que debe uno de hacer lo que se traduce en tiempo improductivo y dinero que se pierde, en este caso, como víctima de un siniestro similar. Me explico

Los demás hechos se los pueden imaginar, mientras llegaron las autoridades de tránsito, y del seguro automotriz, la atención médica, el ministerio público, las grúas, etc., pero lo que ahora quiero destacar es precisamente los tiempos que se destinan a deslindar las responsabilidades y recuperar el vehículo que fue objeto del alcance de un ebrio evidente y quien en su momento fue detenido y valorado como tal por los peritos del servicio médico de la Procuraduría de Justicia.

Resulta que por el sólo hecho de haber sido partícipe de un choque en el que desde un principio la autoridad de tránsito se percató y determinó que mi familiar fue víctima de un inconciente conductor, se detuvo su automóvil por mas de tres semanas en el corralón de las grúas más abusivas que he conocido en esta ciudad, aunque creo que solo hay dos empresas que atienden estos casos y ambas están cortadas por la misma tijera.

Bueno además de que mi familiar se quedo sin su medio de transporte e instrumento de trabajo, lo peor fue que el golpe le ocasionó problemas serios de salud y estuvo hospitalizada prácticamente una semana e incapacitada mas de tres y como no trabajó, no tuvo la protección de un esquema de seguridad social que le ayudara a mitigar la falta de ingresos durante ese tiempo y ni la compañía del seguro automotriz, ni el responsable del accidente, ni la empresa para la que trabaja.,nadie dio la cara ante tal situación.

Por si fuera poco, se infraccionó la placa del automóvil, según se dijo por los agentes de tránsito, por que así lo establece el reglamento de tránsito vigente, otra barrabasada que tampoco fue atendida por el responsable de los hechos.

Por cierto, el proceso para liberar el vehículo de mi familiar y la placa que fue infraccionada estúpidamente, también llevó más de 3 semanas y lo desesperante es ambos trámites que atienden la Procuraduría de Justicia estatal y la Secretaría de Finanzas, en sus distintas oficinas, sigue sin modificarse.

Esto provoca una impotencia como ciudadano y más cuando se dice con muchas porras que los trámites oficiales ahora ya son más sencillos y rápidos, pero la realidad es diametralmente diferente y si no me creen quienes desde la comodidad de un puesto hacen declaraciones o tienen quien le haga las diligencias por su posición, los invito a que como cualquier otro ciudadano hagan una incursión y midan los tiempos y movimientos y las aún dispersiones físicas que se tienen para por ejemplo pagar una infracción de tránsito estatal y recoger una placa.

Yo creo que los responsables de mejorar el servicio al público deben de tener al menos un poco de sentido común y diseñar sus procesos como si ellos fueran los que los interesados.

Por razones de espacio solo les comento algunos ejemplos de esos trámites como el pago de las infracciones de tránsito; la liberación de los vehículos que arrastran las grúas; el reglamento de tránsito estatal y municipal; la tramitación de fraccionamientos habitacionales, subdivisiones, lotificaciones, entre otros, que seguramente nuestros amables lectores podrían agregar.
La simplificación administrativa y la desregulación económica debe ser una estrategia gubernamental permanente para impulsar el desarrollo de la entidad y los municipios para generar empleos bien remunerados, una participación ciudadana propositiva y abatir las prácticas de corrupción que minan la confianza del usuario en las instituciones, entre otras motivaciones.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Insitió mi conciencia: Esto es partidocracia. ¡Cuál democracia! 03/12/ 07

Insistió mi conciencia:
Esto es partidocracia. ¡Cuál democracia!
03/12/2007
Juan Carlos S. Velásquez Mejía

“Con dinero baila el perro”. Dicho popular.

Empecé a formar mi expediente con los documentos para participar en el proceso de integración del Consejo General del Instituto Federal Electoral de acuerdo a la convocatoria emitida por la Cámara de Diputados el pasado 20 de noviembre del año en curso.

Todo iba bien: soy ciudadano mexicano por nacimiento; estoy inscrito en el Registro Federal de Electores, tengo mi credencial vigente para votar; rebaso ya los treinta de edad; soy licenciado en administración de empresas titulado; tengo conocimientos en materia político-electoral; buena reputación (sin ser vituperio), sin condena por algún delito; resido en el país desde hace mas de 2 años; no he sido, ni creo que me elijan como Presidente del Comité Ejecutivo Nacional o equivalente de algún partido político; tampoco me he registrado como candidato a cargo alguno de elección popular; menos he desempeñado cargo de dirección nacional o estatal en partido político alguno; no soy, ni he sido hasta ahora, secretario de estado; ni Procurador General de la República, o del DF.; Subsecretario u Oficial Mayor en la administración pública federal: Jefe del Gobierno del DF., ni Gobernador, ni Secretario de Gobierno.

Elaboré mi currículo; preparé mi acta certificada de nacimiento; una copia de la credencial para votar; redacté mi ensayo de 7 cuartillas sobre la reforma constitucional; y como mi propuesta para ser Consejero era de manera personal, o sea que no me apoya ninguna agrupación ciudadana, pues ya solo me faltó acudir a la oficina de la Presidencia del a Mesa Directiva en la Cámara de Diputado del H. Congreso de la Unión, para dejar todo mi expediente y esperar los demás pasos del proceso previsto y de repente un latido de mi corazón -mi conciencia tal vez- me aconsejó: “De que puedes puedes, pero date cuenta de que los mas de 450 hasta el momento en que escribías este artículo, solo 3 saldrán elegidos y aunque la convocatoria no te limita, lo cierto es que todo parece estar ya decidido y este proceso es solo una más de las pistas del circo en que se ha convertido la dizque DEMOCRACIA mexicana, pues no dudes que se vuelvan a imponer los intereses de los dueños de los partidos políticos llamados ‘grandes’ (PAN, PRI y PRD), para seguir afianzando la real PARTIDOCRACIA mexicana y se confirme una vez más lo que haz dicho desde hace tiempo: ‘el poder económico mueve al poder político’. Pobre pueblo mexicano que piensa que tiene un régimen de participación ciudadana y que el poder reside en el pueblo, sí como no.”

“Como decía uno de tus amigos, siguió diciéndome mi conciencia: ¡que pena me da tu caso!, refiriéndose al panorama desolador que tenemos los millones de mexicanos que estamos ‘secuestrados’ por instituciones legales en el papel y violatorias en los hechos.”

Fue entonces que decidí ya no hacer el viaje al DF para dejar mis documentos y participar. Pero quiero felicitar a quienes si tuvieron los tamaños y lo hicieron con la esperanza de mejorar las cosas en el ámbito electoral y a quienes queden en los puestos concursados, espero que me equivoque y no sean instrumentos manejables de los partidotes.
También una disculpa por mi decisión de quedarme con las ganas de que desde el Instituto Federal Electoral, una actitud ciudadana como la mía pueda revertir el deterioro de las instituciones. Pero lo seguiré haciendo desde éste y otros frentes de mi entorno. Aquí lo seguirán viendo, lo prometo.

Ahora vendrán las modificaciones al Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (COFIPE) y por supuesto, por lo que he conocido, también estará hecho con base en criterios bizarros de los detentadores del poder económico representado por los legisladores, jueces, magistrados y demás personajes a modo que por ahora tienen la sartén por el mango de este país. Y si no, al tiempo.

Cuidado señores poderosos, cuidado señores políticos, no subestimen al pueblo, ni jueguen con él, puesto que tiene sus límites y ya lo están colmando. No revuelvan más las aguas del río.