miércoles, 17 de septiembre de 2008

CHINA OLIMPICA, ACTITUD CHINA. 080808


CHINA OLIMPICA, ACTITUD CHINA

08/agosto/2008
Juan Carlos S. Velásquez Mejía

En el mes de enero de este 2008 escribía sobre lo que sería este año en razón de los distintos acontecimientos que se han venido dando, los previstos, las tendencias y hasta los imprevistos como los desastres naturales y que han cimbrado a la humanidad entera a partir de esa inmensa nación llamada República Popular CHINA.

Quienes tuvimos el tiempo y la oportunidad de ver por la televisión la ceremonia inaugural de los XXIX Juegos Olímpicos de la era moderna, seguramente sometimos a prueba a nuestra capacidad de asombro. En lo personal creo que sin duda el GIGANTE DE ASIA nos sació de tanta sorpresas seguida en cada uno de los espectáculos del programa de apertura. Llenos de armonía, sincronía, disciplina, colorido, precisión, pero sobre todo de emoción y pasión que cada uno de los más de 10 mil artistas voluntarios pusieron en su participación, previo a la recepción que dieron a las 204 delegaciones deportivas nacionales.

Podría parecer normal esperar de un acto inicial de la justa deportiva cuatrianual algo espectacular. No niego que en cada edición que he tenido la oportunidad de ver por la televisión desde 1968 en la ya lejana e inolvidable XIX Olimpiada celebrada en nuestro País, aunque aún muy pequeño de edad, tuve la oportunidad de establecer una especie de banco de datos en mi memoria, de aquellos momentos más significativos. En cada una de ellas los he reconocido y en ninguna fiesta de inicio de los juegos ha faltado al menos un detalle sensacional, pero lo visto este 8º día del 8º mes del 8º año de este siglo, no tiene parangón.

Magia y tecnología juntas, aliadas, cómplices, que parecían una película de gran producción, muy bien editada, musicalizada, fotografía de alto impacto, de actuaciones estelares, sin protagonistas de cartelera, pero con un guión perfectamente aprendido y entendido. Sin ser conocedor de este arte de la cinematografía, lo propondría para un “Oscar”. Aunque sé que no es un producto de la industria del glamour, bien podría parecer.

Escribí a principios de este año que 2008 estaría en chino y no me equivoqué, perdón por mi soberbia, pero aún faltan más de 4 meses y medio para que concluya. No creo que sea diferente, seguirá estando en chino.


Más de 1,300 millones de seres humanos que habitan esa milenaria, contrastante y compleja nación, han mostrado al resto del mundo, sin importar su régimen político y económico, sus ansias de salir adelante. Con un prietito en el arroz: EL TIBET. No se trata de una fórmula de discurso, si no de una realidad que se está viviendo en cada región de China, incluyendo a esas que fueron recientemente devastadas por los terremotos del mes de mayo donde más de 80 mil personas perdieron la vida. Parece que se trata de una raza de seres vivos excepcionales, tan diferentes a los demás por una “pequeñez”: su actitud hacia la vida.

¡Aprendamos de CHINA!

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