miércoles, 12 de septiembre de 2007

Planeta Tierra:
Un paciente enfermo y desinformado
(12/09/07)
Juan Carlos Velásquez Mejía

Hace algunos años, como 15 aproximadamente, escuché en algunos medios de comunicación, información relacionada al crecimiento de los niveles del mar y la posibilidad de que este fenómeno natural provocado como una reacción del Planeta Tierra en su estado de enfermedad que ha ido avanzando como un ente vivo, traería consigo una serie de acontecimientos catastróficos para los seres humanos y en general para los seres vivos (plantas, animales, microorganismos, etc.) pues como sucede en un cuerpo humano cuando se desequilibra su estado de salud, los diferentes tejidos de células que lo conforman, son impactados por esas alteraciones.

En esta analogía, del cuerpo humano con el planeta tierra, ahora entiendo el porqué de los huracanes, las lluvias torrenciales, las tormentas eléctricas, el deshielo de los polos, la ausencia de nieve en las montañas elevadas como el otrora “Nevado” de Toluca, las inundaciones en donde antes hubo algún río o laguna, la desertificación de grandes extensiones de lo que fueron zonas boscosas o selváticas, el agotamiento de los mantos freáticos, los hundimientos de zonas que de su subsuelo se extrajeron minerales y dejaron enormes cavernas, entre otras acciones que muchos aún no entienden que los seres humanos hemos catalizado o acelerado con nuestro “presumido desarrollo para el bienestar”.

Recuerdo que se comentaba en aquéllos reportajes, que sólo merecieron la atención “de los estudiosos”, que entre otras consecuencias de estas reacciones del “Planeta Enfermo” estaría la literal desaparición de miles de kilómetros de costas y lo que en ellas hubiese de los distintos continentes por el incremento en los niveles del mar.

También recuerdo que se hacia una advertencia en el sentido de que por ejemplo la Península de Baja California se convertiría en una Isla, debido a su dinámico movimiento que desde siempre ha tenido como cuerpo geológico en la llamada “Falla de San Andrés”, donde sabemos que se han presentado grandes movimientos de tierra que han dejado muerte y destrucción en ciudades como Los Ángeles y San Francisco, en California, EE.UU. Si bien para que ello sea más notorio pasarán muchos ciento de años, sabemos que ahora se esta separando del Continente a un ritmo de entre 3 y 5 centímetros por año, es más algunos científicos ya la consideran como una Isla en sentido estricto.

Otra advertencia era que la costa del Pacífico comprendida entre Michoacán y Oaxaca, esta sentenciada a hundirse, debido a los movimientos hacia adentro del territorio mexicano de las distintas placas tectónicas conocidas como “Cocos”, “Nazca” y “Pacífica”.

Y otra predicción de los científicos que recuerdo muy bien fue la que se refiere a la Península de Yucatán, que por su estructura geológica y tipo de material calizo que abunda en aquella porción de territorio nacional, y el movimiento de la placa tectónica del Caribe, es que habrá de emerger en lugar de hundirse.


No quiero ni pretendo ser alarmista puesto que cuando se trata de la supervivencia humana y su entorno, no podemos estar especulando, por lo que bien valdría la pena que la comunidad científica, no solo la nacional, desmitificara tanta información que aún desconocemos y la que ha estado al alcance de algunos cuantos de manera esporádica, como lo que les he comentado de manera simple. Que fuera seria y responsablemente divulgada para modificar muchas de nuestras actividades que por ese mismo desconocimiento, no hemos medido y advertido las consecuencias.

Aquí un ejemplo de lo que ahora se divulga por diferentes medios electrónicos como RADIO FÓRMULA y WIKIPEDIA, la enciclopedia libre:

Al fundirse los glaciares, a consecuencia del cambio climático, el nivel del mar subirá de tal manera que aniquilará ciudades como Nueva York, Tokio, Río de Janeiro y Sydney, pronosticaron científicos reunidos en la Cumbre de Investigaciones Latinoamericanas de la Antártica.

Jerónimo López, geólogo de la Universidad de Madrid, dijo: “las tres regiones que más se han calentado en la tierra en los últimos 50 años son las zonas polares, son dos sectores del Ártico y la Península Antártica. Entonces es de enorme importancia investigar, hacer un seguimiento de esto, del calentamiento y la fusión del hielo”.

Por otra parte, especialistas del Instituto Geológico de Estados Unidos, alertaron que el derretimiento del Ártico podría provocar la desaparición de dos tercios de la población de osos polares en los próximos 50 años.

Afirmaron que sin ese hielo, los osos se verían obligados a cazar en tierra, donde su destreza es mucho menor. El problema afectaría principalmente a los cachorros y a las hembras, que tendrían dificultades en la reproducción.



La Placa de Cocos es una placa tectónica debajo de Océano Pacífico de la costa del oeste de América Central. La placa de cocos se crea al separarse del piso de mar a lo largo de este de la Placa Pacífica, en un área complicada los geólogos llaman específicamente Sistema de Separación Cocos-Nazca. De la subida la placa se empuja hacia el este y se empuja o se arrastra (quizás ambos) bajo eliminación menos densa Placa Del Caribe en el proceso llamado subdicción. En la Subdicción el borde principal calienta para arriba y agrega su agua a la capa sobre ella. En la capa de la llamada astenosfera, la roca de la capa se derrite para hacer magma. Consecuentemente, al noreste del borde subdicción está el arco continuo de volcanes desde Costa Rica a Guatemala y una correa de terremotos que amplía un norte más lejano, en México.

Detalle de los Cocos y de las placas del Caribe

Los lados del noreste y del este son límites convergentes de la subducción debajo de Placa Norteamericana, Placa del Caribe, y Placa Suramericana. La placa de los cocos es limitada por límites divergentes al sur con Placa De Nazca y al oeste con Placa Pacífica. Las Placas de Cocos y Nazca son los remanente del anterior Placa De Farallón, que se rompió para arriba hace cerca de 23 millones de años.

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