2008 estará en chino…
09/ene/2008
Juan Carlos S. Velásquez Mejía
Además de la justa olímpica que en agosto mantendrá la atención de millones de personas en todo el planeta, también veremos una economía en franca expansión que demostrará que los chinos si han sabido atreverse a romper con los paradigmas a pesar de su sistema político y social y ahora crecen a un ritmo superior al 8% anual.
Exportando, inyectando una dinámica a su propia economía que les permita atender sus propias necesidades y vender a los demás pueblos del mundo sus excedentes. Es cierto que se han sabido de problemas de calidad en sus productos y servicios, pero eso no les ha impedido seguir empujando con decisión hacia la consolidación de su estado de bienestar. Ahora hasta ya se promociona el aprendizaje del idioma chino mandarín en muchos países como el nuestro, lo que no sucedió en su momento con la misma lengua japonesa. Es decir que eso de que “…está en chino”, parece que será toda una realidad.
Hace muchos años, en el siglo pasado llegaron de esas latitudes a México y otras naciones, una buena cantidad de inmigrantes que con una mano enfrente y otra atrás supieron salir adelante y ahora muchas empresas que se iniciaron gracias a la tenacidad de aquellos que tuvieron la necesidad de sobrevivir y establecerse, son parte del directorio empresarial con importantes participaciones generando empleos y pagando sus impuestos.
Para México eso debería convertirse en un nicho de oportunidades. Ya hemos conocido de varios casos como el de una franquicia de tacos mexicanos, de una empresa mexicana, que ya se supo instalar en ese mercado de más de 1300 millones de consumidores. No dudo que existirán muchos, miles de productos y servicios que son mexicanos y que a los distinguidos y muy respetables ojirazgados les puede complementar su cuadro de satisfactores. Nuestros profesionales del comercio internacional o los emprendedores visionarios seguramente tendrán en ese apetecible territorio el gran reto de diseñar las estrategias para conquistarlo en el mejor de los términos.
Esperamos del gobierno mexicano las gestiones legales y diplomáticas que permitan el acceder de los empresarios a la República Popular China. Y de éstos últimos, esperamos su astucia para evitar que caigamos en un nuevo círculo vicioso de inmigrantes indocumentados y no repitamos la historia que ahora se vive con aquellos mexicanos que se aventuran a lograr el sueño americano.
Feliz año 2008.
Además de la justa olímpica que en agosto mantendrá la atención de millones de personas en todo el planeta, también veremos una economía en franca expansión que demostrará que los chinos si han sabido atreverse a romper con los paradigmas a pesar de su sistema político y social y ahora crecen a un ritmo superior al 8% anual.
Exportando, inyectando una dinámica a su propia economía que les permita atender sus propias necesidades y vender a los demás pueblos del mundo sus excedentes. Es cierto que se han sabido de problemas de calidad en sus productos y servicios, pero eso no les ha impedido seguir empujando con decisión hacia la consolidación de su estado de bienestar. Ahora hasta ya se promociona el aprendizaje del idioma chino mandarín en muchos países como el nuestro, lo que no sucedió en su momento con la misma lengua japonesa. Es decir que eso de que “…está en chino”, parece que será toda una realidad.
Hace muchos años, en el siglo pasado llegaron de esas latitudes a México y otras naciones, una buena cantidad de inmigrantes que con una mano enfrente y otra atrás supieron salir adelante y ahora muchas empresas que se iniciaron gracias a la tenacidad de aquellos que tuvieron la necesidad de sobrevivir y establecerse, son parte del directorio empresarial con importantes participaciones generando empleos y pagando sus impuestos.
Para México eso debería convertirse en un nicho de oportunidades. Ya hemos conocido de varios casos como el de una franquicia de tacos mexicanos, de una empresa mexicana, que ya se supo instalar en ese mercado de más de 1300 millones de consumidores. No dudo que existirán muchos, miles de productos y servicios que son mexicanos y que a los distinguidos y muy respetables ojirazgados les puede complementar su cuadro de satisfactores. Nuestros profesionales del comercio internacional o los emprendedores visionarios seguramente tendrán en ese apetecible territorio el gran reto de diseñar las estrategias para conquistarlo en el mejor de los términos.
Esperamos del gobierno mexicano las gestiones legales y diplomáticas que permitan el acceder de los empresarios a la República Popular China. Y de éstos últimos, esperamos su astucia para evitar que caigamos en un nuevo círculo vicioso de inmigrantes indocumentados y no repitamos la historia que ahora se vive con aquellos mexicanos que se aventuran a lograr el sueño americano.
Feliz año 2008.
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