miércoles, 29 de agosto de 2007

¡AHORA SÍ! SEÑOR PRESIDENTE.111206

¡AHORA SÍ! SEÑOR PRESIDENTE.
(11/12/06)
Juan Carlos Velásquez Mejía

El presidente del empleo, el sexenio de la infraestructura, guerra sin cuartel contra la delincuencia organizada y la inseguridad pública, combate a la corrupción, reposicionamiento del país en el exterior, entre otras expresiones hemos escuchado decir al Lic. Felipe Calderón Hinojosa, nuestro nuevo Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Definitivamente no es nada fácil la administración de un país por pequeño en extensión territorial y número de habitantes y menos aun el nuestro con casi 2 millones de kilómetros, más de 105 millones de mexicanos, con una pluralidad política y social que muchas veces es contrastante, un marcado desequilibrio en el desarrollo regional, que arrastra inercias culturales que impiden que se avance con firmeza y sin prejuicios, como la cultura del no pago de contribuciones, o la carencia de conciencia ambiental y desarrollo sustentable, el mito de la soberanía nacional versus la inversión extranjera en actividades estratégicas como la petroquímica básica, la generación de energía, los nuevos esquemas de seguridad social y la necesidad de un nuevo marco jurídico laboral, entre otras oportunidades, amenazas, debilidades y fortalezas que sabemos tendrá que descifrar, armonizar, encauzar, este nuevo gobierno federal.

La tarea se debe comenzar por la definición clara y objetiva de la situación real que seguramente ya esta actualizada, determinada y sobre todo interrelacionada en un diagnóstico nacional que en los próximos meses se habrá de convertir en el Plan Nacional de Desarrollo de este sexenio.

Ya se tuvo tiempo para sentar las bases de un documento rector que sea nuestro “check list” y ahora será interesante convertirlo en documento de administración de una nación que aspira a romper inercias, paradigmas y hasta necedades de quienes vivimos aquí.

El Presidente Felipe Calderón ya dio muestras de firmeza y seguridad, para la aplicación de la ley y antes de asumir el mandato, integró lo que llamé respetuosamente, la Selección Nacional, al designar a las mujeres y hombres que le acompañarán en este “torneo” o “justa”, donde habrá de enfrentarse a esos “rivales” que señalamos arriba.

Las controversias no se dejaron esperar y ya tenemos muchas a menos de 15 días de haber iniciado el nuevo gobierno federal:
- La firma de un decreto de austeridad del aparato burocrático federal, con la meta de reducir en más de 52 mil millones de pesos el gasto corriente.
- La puesta en marcha de un programa contra la miseria y la marginación en los 100 municipios más pobres y rezagados del país.
- El incremento a los sueldos del Ejercito y Fuerzas Armadas de la Nación, en un 3.5%.
- El encarcelamiento de los principales líderes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.
- La miscelánea fiscal para 2007, que incluye modificaciones para una mayor tributación de los empresarios, al menos así lo han venido señalando los líderes de las cúpulas patronales.
- La determinación de instrumentar operativos coordinados entre los tres niveles de gobierno contra la delincuencia organizada, como el caso de Michoacán.
- La búsqueda de acercamiento y entendimiento con Andrés Manuel López Obrador, para encausar sus propuestas en un clima de respeto y reconocimiento a su liderazgo, pero en el marco de las leyes que nos hemos dado los mexicanos a lo largo de nuestra historia.

En esta apretada síntesis de las circunstancias que vive nuestro México, ¡ahora sí! señor Presidente Felipe Calderón, le toca convocarnos a todos los que queremos un mejor estadio de vida y mostrase como un auténtico líder que sabe que en la medida de su congruencia, verá frutos de unidad y de trabajo en equipo. Yo estoy dispuesto!

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